Con el corazón hecho pedazos y mucho dolor, una madre denuncia la lucha inhumana que vivió con su hijo: un joven de 24 años, recién titulado y con cuatro años en el servicio público, quien perdió la vida tras semanas de citas fallidas y quimioterapias suspendidas por falta de medicamentos en el IMSS.
Cada traslado desde Tecate se convirtió en un calvario: horas de espera en tráfico, gastos de gasolina y comida, trámites que desgastaban cuerpo y alma y consultas que quedaban vacías por el desabasto. “Íbamos y regresábamos dos días después sin nada; mi esposo y yo teníamos que pedir permiso en el trabajo, sin saber si tendríamos para comer”, relata la señora.
La madre exige dignidad y soluciones inmediatas, no solo en memoria de su hijo, sino por miles de derechohabientes que, asegura, reciben un trato frío y deshumanizado. “ALZO MI VOZ EN MEMORIA DE MI HIJO”, señaló.
Frente a esta crisis, hace un llamado urgente a autoridades y sociedad para unir fuerzas y garantizar el acceso a tratamientos vitales, antes de que más familias paguen con sus vidas.
